Al título debería seguir la frase... "y no morir en el intento".
Hola de nuevo. Vuelvo a escribir por aquí después de mucho tiempo. Voy a intentar retomar la escritura más extensa con aquellos temas que creo que requieren de más reflexión y espacio que Instagram. De hecho acabo de anotar en mi lista de "Posibles entradas para el blog" el de "Por qué dejé de escribir una entrada a la semana en el blog". Aquí me siento en mi casa, con libertad total para contar cómo veo la vida y cómo me gusta vivirla. Puedo expresarme con tranquilidad y sin prisas. Al fin y al cabo si estás leyendo esto es porque te gusta leer. Pero no adelantemos acontecimientos y vamos a lo que vamos.
Los calendarios de adviento.
Modas a parte, un calendario de adviento casero puede ayudarte a vivir una navidad más consciente y Slow si no caes en ciertos errores que voy a intentar explicar a continuación. Porque recordemos que un calendario de este tipo es una celebración más de la Navidad, es el redoble de tambores que se intensifica para anunciar la llegada de algo especial. No es una competición para ver quién lo hace más bonito, más original o más caro. Primer error.
Recuerdo cuando empezó a ponerse de moda y las que no lo hacíamos éramos la resistencia. Yo pensaba: "madre del amor hermoso tengo que organizarme todo el mes y encima buscar la forma del calendario? si no sé ni lo que voy a comer mañana" Sí sí, así pensaba hasta que llegó un hijo a mi vida. Con la maternidad experimentas esa regresión a la navidad de tu infancia y quieres que tu hijo viva todo lo especial que se pueda durante esas fechas. Y eso requiere organización amigas.
Antes de meternos en faena te voy a enumerar algunos de los errores que hay que evitar a la hora de planificar un calendario de adviento.
- No copies. No me refiero al modelo del calendario o a la forma, aquí libertad total. Hay modelos de calendario preciosos e inspirarte en ellos es natural. Me refiero al contenido. Un calendario se adapta a las costumbres de cada familia, si impones los planes que ha organizado alguien extraño no te sentirás cómoda, no los llevarás a cabo y acabarás del calendario hasta el gorro.
- No tengas expectativas muy altas. Habrá días en los que estéis cansados, o surja un imprevisto. Esto es así. Hay que ser flexible y poder cambiar las actividades a otros días.
- Sobretodo no te frustres y fluye. Creo que un calendario es una herramienta de organización para ayudarte a disfrutar del tiempo no para estresarte más.
- Coge un calendario y abre el mes de diciembre. Ahora consulta tu agenda familiar. Tacha los días en los que os va a resultar imposible realizar una actividad del 1 al 24 de Diciembre. En estos días puede que tengas reuniones de trabajo, citas médicas, alguien caiga malito o las extraescolares ya ocupen toda la tarde. Esos días pueden celebrarse simplemente con una sorpresa en forma de chocolate (en nuestro caso).
- Haz una lista de planes chulos navideños que os gusten. Esta lista es muy personal, igual a una familia le gustan las pelis y a otra no. Más abajo te propongo una lista de planes navideños en familia que te pueden ayudar.
- Con tu agenda en la mano y la lista de planes por otro ve encajando las actividades en el calendario. Te aconsejo que te dibujes un cuadrante y escribas los planes en lápiz en cada casilla correspondiente a cada día. Así si te surge un imprevisto puedes cambiar la actividad de ese día por otra.
- Reserva los planes que requieran más tiempo para los fines de semana.
- Entre semana puedes programar los planes más sencillos y livianos como lectura de cuentos, una manualidad fácil o escuchar villancicos.
- Escribe cada actividad en un papel bonito y escódela en la casilla correspondiente del calendario que tengas o hayas hecho.
- Cuando acabe el mes revisa las actividades hechas y las que no. Te ayudará a planificar el del año siguiente siendo más consciente de hasta dónde podéis llegar.
- No tires el cuadrante que has escrito en lápiz. Así podrás revisar cada noche lo que toca al día siguiente cual Umpa Lumpa y ver si es viable o no.
- Desvela con los peques lo que toda cada día a la hora que elijas. A mí me va bien cuando sale Luca del cole. He comprobado que si lo abrimos por la mañana el ansia le puede y ya tenemos lío con la consecuente llegada tarde a clase.