¿Por qué cambia tu relación de pareja tras la llegada de un bebé?

Escrito por - noviembre 05, 2018

Se habla mucho de lo que te cambia la vida al ser madre, cambia tu cuerpo, tus emociones, hasta la decoración de tu casa cambia. Pero, ¿y qué le pasa a tu relación de pareja? Este tema merece un post enterito por que sí, tu relación cambia y mucho.

Tampoco vamos a montar un drama en plan: “un hijo termina con tu matrimonio”, bueno, habrá de todo y todo dependerá de la solidez previa de esa relación, pero que las cosas se hacen más difíciles eso es una verdad como un templo.

Los cambios en la pareja ya se empiezan a ver en el momento en que te planteas tener un hijo. Y más si ese hijo tarda en venir. Es normal que aparezcan tensiones y falta de entendimiento, hay que tener en cuenta que el hombre lo tiene más fácil en aquello de olvidarse un poco del tema, las mujeres llevamos la carga de ser las “gestantes”  y no podemos evitar observarnos a todas horas, mirar el calendario para ver cuantos días quedan para la próxima regla o cuando es el día maravilloso de la ovulación.  
Si la cosa se alarga a meses e incluso años, con sus respectivas “tú tranquila que el estrés no ayuda”, “eso es que no sois compatibles” “tú levanta las piernas después y si es luna llena mejor” pues la moral se te empieza a minar. Tampoco voy a entrar en más detalles de esta etapa por que me voy del tema, además la espera del embarazo también merece un protagonismo a parte otro día.

Foto @raulbarrero

Aquí o estáis los dos a una o ya la cosa se va al garete antes de empezar. 
El futuro padre ya empieza a aumentar sus dosis de paciencia y a temerse lo que se puede avecinar si la cosa cuaja. Y en realidad hace bien, porque va a ser espectador en primera fila de una transformación brutal. Él va a adoptar una nueva figura en casa, la de padre, pero su pareja se va a transformar en madre, en MADRE!! con lo que eso conlleva, una metamorfosis total:

1.     En primer lugar, no te reconoces en el espejo. 9 meses de embarazo, un parto y la falta de sueño han barrido toda imagen de lozanía de tu ser.

2.     Relacionado con el anterior, se te pone un humor de perros. Aunque sabes que todo volverá a su sitio (más o menos) eso a ti no te importa, lo que quieres es intuir un atisbo de persona decente cuando te miras.

3.     Dejas de ser dueña de tu tiempo, para ti todo puede esperar porque antepones las necesidades del bebé a las tuyas y aunque lo haces con todo el amor del mundo, tus necesidades siguen estando ahí.

4.     Quizás te vuelves algo despiste y se te olvida hacer la transferencia bancaria… pero pregúntame cuando es la próxima vacuna o la fecha de la revisión médica. Almacenas tanta información nueva del bebé y requiere tanta atención por tu parte que tu memoria selecciona lo que considera más importante.

5.     Temporalmente, rompes con tu “yo” trabajadora, amiga guay, novia sexy…en definitiva todos tus roles pasan a un segundo plano. Sientes que dejas de ser mujer, y piensas que la gente deja de verte como mujer, a partir de ahora eres MADRE y te sientes madre y nada más. No tardas en darte cuenta que esto no es así y que no es para nada incompatible y te sentirás más mujer que nunca, pero hasta que tú solita te das cuenta pasas una etapa en “tierra de nadie” algo dura.

6.     No eres superwoman pero sí tienes un superpoder: “alimentar a tu hijo con tu cuerpo”, y todos los superpoderes conllevan una gran responsabilidad, alimentar a tu retoño es de lo más estresante. Para ti lo más importante del mundo es que tu hijo coma, no lo entendías de tu abuela, no lo entendías de tu madre, pero ahora que te toca a ti lo entiendes más que nunca, esa ansiedad que te entra cuando ves que no quiere comer y ya le toca… ese nudo en el estómago que se te hace al ver que no abre la boca… ya puede pasar un tsunami, eso es secundario, si tu hijo no come ya no puedes pensar en otra cosa.

7.     Cansancio mental y físico 24/7. Desgraciadamente al padre la baja paternal se le termina pronto y vuelve al trabajo y a “normalizar” un poco su vida. Esto requiere que la mamá se encargue del bebé todo el día y toda la noche. Aquí no hay jornadas laborales ni una hora de salida en la que se pueda descansar. Si encima a la mamá también se le termina la baja y vuelve a trabajar... ufff uffff.

8.     Se me olvidaba otro súperpoder, el de “scanner visual”. Con un golpe de vista eres capaz de saber si a tu hijo hay que cambiarle el pañal, si ha llorado, está incómodo, tiene frío o tiene sueño. En décimas de segundo. Sí, esto es así.

Seguro que se te ocurren muchas cosas más que añadir a la lista, pero creo que queda reflejado en su mayoría el gran cambio que sufrimos las madres.

No es de extrañar que a veces nuestra pareja nos mire como diciendo “¿Esta loca quién es? ¿Y qué ha hecho con mi chica?” Ese momento lo detecto en la mirada de Samuel, en la mirada y en un suspiro profundo como para llenarse de paciencia y comprensión. Pero claro, cuando estos momentos abundan tanto que casi esa “loca” ha suplantado totalmente tu identidad la cosa se empieza a poner tensa.

Foto @raulbarrero
Para sumar puntos a esa tensión está ella… “la Balanza”. Aunque no lo creas llevas una balanza dentro, y esta balanza decide en gran medida la armonía en tu convivencia. Constantemente mides tu bienestar en parte al resultado de esa balanza y si está compensada entre lo que das y lo que recibes. Si sientes que das todo lo que puedes en casa haciendo tareas y cuidando de tu bebé pero también sientes que la otra persona con la que convives y compartes responsabilidades se esfuerza igual que tú, maravilloso, la balanza no se inclina hacia ningún lado. Ahora bien, si percibes que das más de lo que recibes, si piensas que has renunciado a más cosas de las que ha renunciado tu pareja y la balanza empieza a descompensarse, o tomas medidas desde ya o la cosa va ir cogiendo forma de bola nieve que se va haciendo más y más grande conforme pasa el tiempo. 

Como ejemplo, y con el permiso de mi Samuel que temblando está al decirle de qué iba el post de esta semana (ya sabes que te quiero amore mío). En mi caso los fines de semana son detonantes para que mi balanza se dispare. Ya sabemos que para una madre los fines de semana dejaron de existir, tienes que seguir haciendo exactamente lo mismo que a diario con el único cambio que el niño no tiene cole y tu chico no trabaja. Es normal que se hagan planes, juntos o por separado, pues a mí me cuesta muchísimo hacer planes por separado, cosa que a mi chico le cuesta menos, entiendo que trabajar toda la semana satura muchísimo y necesitas tiempo para descansar y desconectar, pero eso significa que sigo cargándome con todas las tareas del hogar yo sola. Mi mente empieza a trabajar y se empieza a calentar, empiezo a recordar todo lo que me ha molestado en los últimos días y me enfado aun más y más. 
Cuando llega a casa ya no estoy yo, está la "loca" enfadada que ya no sabe salir de su enfado y que ha estado toda la mañana acumulando argumentos mentales para echar más leña al fuego.

Y la culpa ¿de quién es? ¿Suya por no hacer más tareas en casa o mía por no pedírselo y quedarme esperando con el "es que tendría que salir de él" en la mente?.

En mi opinión la culpa la tiene la falta de comunicación y de organización, y eso es de los dos. 


Desde mi experiencia, ¿qué cosas podemos hacer que nos pueden ayudar a mantener la balanza bien compensada?

TAREAS PARA PAPÁ

- Pregunta qué puedes hacer. Es normal que creas que no hay nada por hacer porque ella lo tiene "todo controlado", créeme, siempre hay algo pendiente.

- Recuérdale lo guapa que está y recuerda todo aquello que te enamoró de ella.

- No te sientas desplazado, el amor que hay ahora en casa es tan grande que cuesta volver a encontrar nuestro sitio.

- Participa en la rutina diaria del peque, puede ser la cena, el baño o ir a dormir. El vínculo entre padre e hijo se fortalecerá y ese ratito a mamá le va a venir de perlas.

- Apóyala en sus locuras, ahora ella es diferente y más creativa, los dos hacéis un buen equipo y con potencial para pasarlo pipa juntos.

- Aumenta tu capacidad de comprensión y ten presente el gran sacrificio que ha hecho para traer al mundo a vuestro peque. Y si eso no funciona, échale la culpa a las hormonas...

TAREAS PARA MAMÁ


- Pide por esa boquita y no te guardes las cosas, nadie es adivino.

- No te olvides de los pequeños gestos de complicidad en pareja, un beso antes de ir a dormir, un abrazo cuando menos se lo espera...

- Deja al peque con los abuelos más a menudo y date un homenaje parejil, aunque sea ir al cine y a dormir.

- Si notas que tu balanza empieza a descompensarse, háblalo y organizaos mejor.

- Tanto si has empezado a trabajar como si no, recupera poco a poco tu "yo" anterior, como amiga, compañera, novia sexy... sigues siendo madre pero también eres mujer, no lo olvides!!

- El deporte siempre viene bien, y limpiar no cuenta como ejercicio físico.

Sobretodo, y esto va para los dos, quererse mucho, si hay amor del bueno los obstáculos se saltan con más fuerza y todo lo superado nos parece hasta cómico. No tardéis en poner de vuestra parte para mejorar la situación si creéis que vuestras posturas se alejan.
Si habéis llegado al punto perfecto de coordinación y comprensión y todo va sobre ruedas perfecto, es el momento de darle un hermanito al peque y volverlo todo patas arriba otra vez jajaja, es broma.

Y si crees que tu relación no se ha visto afectada por la maternidad y todo es fantástico y maravilloso, enhorabuena porque eres del grupo de la excepción (dímelo en los comentarios porque no conozco a nadie en persona).

Así que esta semana: observa tu balanza y ponla al día, organiza un plan chulo para los dos solos, aprovecha el frío para achucharos más en el sofá y miraos más a los ojos y menos a las pantallas, yo voy  a intentar hacer lo mismo.

Besos, 
Vanesa.




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4 comentarios

  1. Me ha encantado el blog de esta semana prima y que razón tienes con lo de que muchas veces hay falta de comunicación y organización , después de la maternidad todo cambia , queramos o no , encontrar tiempo para la pareja es complicado y más cuando no tienes casi opciones de quien se queda con los peques , así que hagamos las salidas con los peques lo más divertidas posibles e intentar encontrar momentos de pareja cuando duermen , cuando están en el cole y coincides un día libre o de vacaciones , cuesta encontrarlos pero ahí están .Un abrazo prima

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    1. Muchas gracias prima!! Me alegra mucho que me leas y que comentes. Además en este tema tu ya eres experta nivel pro con tres hijos, en todo caso la que tendría que leer tu blog para aprender sería yo.

      Un abrazo!!

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  2. Qué bonito y qué bien lo has explicado todo! A mí aún no me ha llegado esa época pero estoy cien por cien de acuerdo contigo ;) El amor puede superarlo todo!

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    1. muchas gracias! es un momento realmente difícil, pero como tú dices con amor todo se supera. Un fuerte abrazo!

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