¡Menudo cambio!
La semana pasada te enseñaba nuestra escapada por la romántica Venecia en el post Venecia con niños. Hoy te voy a enseñar nuestra ruta en furgoneta por el Algarve, 10 días en la carretera durmiendo a pie de playa o en campings perdidos entre pueblos costeros.
He de decir que nunca había estado en el Algarve y que me ha sorprendido muchísimo. Sus playas son de una belleza salvaje y el agua de sus playas (además de congelada) de un azul cristalino impresionante.
Nuestra ruta se divide en 4 partes, las 4 paradas que hicimos en esos 10 días. Por si entra dentro de tus planes organizar un viaje así te cuento lo que más me gustó de estas 4 paradas en nuestro road trip por el Algarve.
1. Matalascañas.
Primera parada y necesaria ya que salimos desde Alicante y tras muchos kilómetros y con un niño a bordo es necesario parar y hacer noche.
El entorno aquí es de plena naturaleza ya que hay que atravesar Doñana para llegar hasta la zona de parada de furgos y autocarabanas.
En este sitio he vivido uno de los mejores despertares de mi vida (y que verás en el vídeo de más abajo). He visto uno de los atardeceres más bellos, y he comido una de las mejores tapas en un chiringuito de playa.
2. Praia de Albandeira.
Una de las playas más bonitas que he visto jamás. Acantilados, playas encerradas en cuevas, arena blanca y un parking de furgos con muy buen rollo. Tomar un vino al atardecer y un viaje en kayac de lo más divertido se quedan grabados en mi memoria para siempre.
3. Praia de Ingrina.
Hora de darse una ducha en condiciones. Llegamos al Camping Ingrina situado en la playa con el mismo nombre. Muy cerca de Sagres y con el mismo ambiente bohemio surfero, nos alojamos aquí dos días. El camping más pintoresco en el que he estado. Con apariencia de camping abandonado y con el bar más inspirador de todo el viaje. Puedes encontrar a familias de todo tipo, viajeros de todas las edades y clases por haber. Conexión y arte en las paredes. No encontrarás grandes comodidades pero te llevarás un pedacito alternativo la vida hippie.
Y la playa de Ingrina también merece una parada y un chapuzón, pero rapidito que te congelas.
4. Praia dos Arrifes.
Esta playa también es espectacular. Dos playas unidas y separadas por la marea, una de ellas incluso parece una laguna. Ideal para venir con niños y explorar por las rocas y cuevas.
Hay un restaurante a pie de playa con un pescado fresco delicioso y unas vistas espectaculares al mar.
Aquí nos quedamos una noche, pensando en que se podía aparcar y pernoctar en el acantilado, ilusos de nosotros. A la mañana siguiente nos echó la policía portuguesa (primera vez que la veíamos) seguramente avisados por los dueños del restaurante a ver parte del parquing de la playa invadido por furgoneteros, así es la vida de camper.
Poco más puedo contar de este viaje, solo que he hecho lo que tenía que hacer. Desconectar para conectar conmigo misma. Hemos viajado sin rumbo fijo, guiados por lo que nos surgía en ese momento sin prisas, sin presión y en familia.
Hemos reído muchísimo, he aprendido muchas recetas de comida vegana gracias a mi hermana que se encargó de hacernos suculentos platos en medio de la nada. He aprendido varios trucos camper que me han hecho la vida más fácil y he visto a Luca desintoxicarse de pantallas y civilización durante 10 días.
Un viaje curativo, de los que alimentan el alma.Y si aun tienes dudas de lo precioso que es el Algarve, ¿te vienes conmigo y lo vemos? dale al play...
Espero que te haya gustado este viaje y que hayas cogido ideas para próximos destinos. Y sobretodo que te pique el gusanillo de viajar en furgoneta que es lo más genial de todo.
Espero que tengas una estupenda semana, nos leemos el lunes que viene.
Gracias por estar ahí.