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Suave California

Hace tiempo que llevo viendo este "tag" en muchos blogs que leo y me parece una buena idea para enseñar un poquito de una misma. 

Pensaba que me iba a costar muchísimo, he de decir que yo me veo como una persona bastante normal, con mis rarezas pero normal (no me gusta utilizar mucho la palabra normal pero viene al caso). La verdad es que no solo me ha resultado bastante fácil, hasta me ha gustado como experiencia. Me refiero a que sentarte a escribir sobre ti te ayuda a conocerte un poco más y por qué no, a quererte más también. Fíjate que se me ha quedado corta la lista de 50, hubiera seguido y seguido, pero tampoco es plan de aburrir.

Un apunte, el número 50 es la respuesta a una pregunta que lancé en Instagram, pregunté si alguien quería saber algo de mí... pues ahí esta lo que querían saber.

Sin enrollarme más, ahí van 50 cosas sobre mí:

.1. Mi nombre es Vanesa, con una "s".

.2. Nací en 1980, año redondo y una gran generación. (No calcules, son 38 tacos).

.3. Me pusieron Vanesa porque así se llamaba la hija de Manolo Escobar, le dedicó una canción que a mi madre le encantaba. Como dice mi madre, "Manolo Escobar es mi fan".

.4. Me gustaría aprender a surfear.

.5. Soy muy independiente y reservada, lo que se puede confundir con "antipática", para nada mi intención, pero no me gusta invadir el espacio ajeno a no ser que me inviten claramente.

.6. Soy muy observadora, muy mucho, demasiado.

.7. No como carne.

.8. Estudié psicología. He trabajado como psicóloga y educadora hasta que me quedé embarazada. Actualmente de excedencia.

9. Me encanta la música Indie Española.

.10. Siento debilidad por todo lo que sea "ochentero", el cine, la música...

.11. Confieso que devoré los libros de 50 sombras de Grey, y los de Crepúsculo también, qué le vamos a hacer...

.12. Soy la cuarta de 4 hermanos. En casa siempre seré la niña pequeña, aunque ronde los 40.

.13. Me encanta la lluvia, lo asocio al resguardo de casa y a una bebida calentita entre las manos.

.14. Soy adicta a los besos de mi hijo.

.15. La película que más me ha hecho llorar en mi vida: "Mi chica".

.16. Me entusiasmo muy fácilmente con cualquier cosa.

.17. Adoro, amo, vivo y respiro por el café.

.18. Me encanta viajar, cuando viajo tengo la sensación de estar donde realmente debo estar.

.19. Una ciudad a la que volvería: Nueva York.

.20. Una ciudad a la que no volvería: Bangkok

.21. Podría alimentarme a base de pasta y croissants. (Y café)

.22. Disfruto mucho de mis ratos a solas.

.23. Lo de madrugar no lo llevo bien. Dormir es un placer y punto.

.24. Si fuera canción sería "Fix you" de Cold Play, si me conoces ya lo sabes.


.25. Cada día, en algún momento me paro a pensar en todo lo que tengo (no me refiero a lo material) y me siento muy agradecida por ello. 

.26. Estoy casada desde hace 7 años con el amor de mi vida, aunque no fue mi primer amor.

.27. Me encanta la fotografía.

.28. Me gustan los aeropuertos, soy feliz en un aeropuerto, me gusta hasta ir a recoger a alguien sólo por pisar uno.

.29. No concibo vivir lejos del mar. Tampoco es que viva en la playa pero la tengo a 20 minutos en coche. Vivir en un país sin mar me asfixiaría.

.30. Siempre he tenido un gran mundo interior. Traducción: me puedo quedar "empanada" largos ratos pensando. Utilidad: ninguna.

.31. Me encantan los parques de atracciones. Soy de las que sube a toda montaña rusa que se le ponga por delante. En nuestra luna de miel viajamos hasta Orlando para ir a Disney World, con eso te lo digo todo.

.32. Me gustaría vivir en otro país, aunque solo fuera por unos años.

.33. Se me da mejor escribir que hablar.

.34. No soy creyente, ya me gustaría a mí.

.35. La primera película que ví en el cine con amigas fue el Rey León.

.36. Trabajo mejor bajo presión. Un eufemismo para  decir que soy un desastre en la organización y lo dejo todo para última hora.

.37. Cuando me pongo nerviosa tartamudeo. Aun así se me da bien hablar en público, yo soy así.

.38. Se me dan fatal los deportes de equipo, en realidad se me dan mal todos los deportes.

.39. Mis tartas favoritas, la de queso y la de zanahorias.

.40. Soy fan de los maratones de series. He llegado a ver dos temporadas seguidas de Breaking Bad con mi chico sin salir de casa. (Antes de nacer Luca, claro)

.41. Un viaje en el tintero, Maldivas.

.42. Me gusta nadar, no me aburre, ventajas de tener un mundo interior tan extenso.

.43. Creo en la conexión entre las personas y en que forzar las relaciones es un error.

.44. Me encanta ser una friki de la búsqueda de la belleza en las pequeñas cosas.

.45. Colecciono tazas de Starbucks.

.46. No me gustan las golosinas, pero el chocolate me pierde.

.47. Me gusta sonreír a desconocidos por la calle y que me devuelvan la sonrisa.

.48. Nunca, jamás, ni en sueños me hubiera imaginado tener un blog.

.49. Odio discutir y odio enfadarme. Cuando me enfado me cuesta salir del bucle pienso mal, actúo mal, me siento mal. Me lo estoy trabajando.
.50. Aquí van las respuestas de Instagram.

- Decidí estudiar psicología porque tenía claro que quería dedicarme a ayudar a la gente de una manera u otra. Pensé en hacer medicina pero la sangre no es lo mío, psicología me pareció interesante "e voila"!!.

- Ya había puesto en un punto a lo que me dedico, así que queda contestada esta pregunta;), pero si quieres saber más también estudié un máster en psicología de la salud y me he dedicado a trabajar con  niños y adolescentes.

- Sí, me gustaría tener otro hijo, después de tener a Luca pensaba que no, pero la idea de darle un hermanito va cogiendo peso.

- Decidí empezar el blog porque siempre me ha gustado escribir, y ahora con la excedencia me queda algo de tiempo para inventar y crear, así que aquí estoy!.

- El nombre de Suave California viene de dos cosas, en la universidad me llamaban "la suave" (no preguntes por qué) y California es el modelo de nuestra furgoneta en la que viajamos los 3.

- Sí, tengo 38 años, gracias por lo de: "no los aparentas" jajaja me ha hecho mucha ilusión.

- Sí, volveré a trabajar cuando termine mi excedencia, decidimos que estar todo lo que pueda con Luca en sus primeros años era lo mejor que podía hacer y lo que deseaba en realidad. Aunque puede que me toque la lotería y me vaya a vivir a Maldivas... ;)

- He de decir que la pregunta de a qué me dedico es la que más se ha repetido... desvelado el misterio.

Y hasta aquí las 50 cosas sobre mí.

Te animo a que hagas tu propia lista de 50 cosas sobre ti, si quieres la publicas y si no pues te la quedas para ti. Te aseguro de que te vas a sorprender gratamente y vas a estar encantada o encantado de conocerte, es un buen ejercicio para ayudarnos a pensar un poquito en nosotros. La vida nos empuja a emplear nuestro tiempo a cuidar de los demás y nos vamos olvidando de nosotras/os, de lo que nos gusta, de nuestros sueños... error fatal!!

Así que esta semana conócete, cuídate, quiérete, siéntete y sobretodo sé muy tú y tú y tú y solamente tú, como  la canción de Pablo Alborán.

Hasta la semana que viene.

Besos, Vanesa.




octubre 29, 2018 7 comentarios
“El primer objetivo del ambiente preparado es, en la medida en que sea posible, hacer que el niño crezca independiente del adulto. ”
María Montessori, El secreto de la infancia.
Hace dos semanas te hablé del momento en el que pasamos a Luca a su cuna y a su habitación y todo lo que significó para nosotros. Te hablé de algo tan delicado como es DORMIR y mi opinión sobre el colecho. Si no has leído el post te lo dejo aquí.


Esta semana y en relación a ese post me gustaría compartir un gran descubrimiento, la cama de Luca. Antes de cumplir un año Luca ya dejó la cuna para pasar a la cama, antes de llevarte las manos a la cabeza y decir: "un bebé sólo en su habitación y ¿en una cama?, esta familia se pasa de moderna". Todo tiene un por qué y te lo explico a continuación. 


Luca se dormía en brazos de mamá o papá y luego había que pasarlo a su cuna. Recuerdo esos momentos como los momentos de más tensión del mundo mundial. Te pongo en situación, estás con tu niño en brazos, se acaba de dormir después de estar un rato cantándole, meciéndolo, le has dado bibe, o teta, y hasta te has recorrido el pasillo unas cuantas veces como para completar un medio maratón con puestos de avituallamiento incluidos. Llega el momento de meterlo en su cuna pero como tienes que agacharte para dejarlo en colchón sin tocar ni un barrote y aguantando la cabeza en ángulo de 90 grados para que no se despierte una de dos, o terminas con un lumbago del quince o el niño se te despierta cual faquir en una cama de pinchos, y a ti del susto se te sale el corazón del pecho nada más de pensar en volver a empezar.

Pero claro, un niño tan pequeño ¿qué cama le ponemos?. Una cama normal está a una distancia considerable del suelo como para darse un buen porrazo al caer. En ese momento Luca no andaba pero se arrastraba a una velocidad aceptable y era capar de subirse a casi cualquier cosa, esto me dio una idea. Me acordé de las fotos de unas camitas que había visto en un post relacionado con Montessori. Y dije, ¡eso es! Luca necesita una cama de la que se pueda bajar cuando quiera él solito y que a nosotros nos de libertad para poder dejarlo sin terminar con una contractura en el cuello.

Me puse a estudiar un poco este nuevo tipo de "filosofía de la educación" y descubrí que en realidad el método Montessori lleva casi 100 años poniéndose en práctica (Vanesa, siempre llegas tarde a todo). En pocas palabras lo que el método dice es que el adulto debería ser un guía en el aprendizaje del niño y no interferir en el descubrimiento de las cosas. Deberíamos mostrar aquello que pueda hacer en función de su etapa y como guías, acompañar y dejar que el niño practique y trabaje de manera independiente, solo ayudar en el caso de que haya alguna dificultad.

Una cama convencional ya no cumpliría el primer propósito del método ya que el niño no puede bajar ni subir él solo. Así que teniendo en cuenta que de lo que se trata es de potenciar la independencia del niño lo que se debe hacer es ponérselo fácil, adaptar en la medida de lo posible el hogar para que el peque no tenga que depender de nosotros para hacer lo que él ya podría hacer por sí mismo.

La verdad es que visto así suena muy bien y a mí me convence como método, pero claro hay más allá. No me declaro una experta en este método ni mucho menos, ni tampoco te hablo en este post como psicóloga, te hablo como madre que quiere siempre lo mejor para su hijo. Si quieres saber más acerca de este método hay muchos libros y mucha información en la red. 

Para informarte bien, a mí me gustan estas páginas:
  • montessoriencasa.com es una web donde te lo explica muy bien y da consejos muy prácticos de como puedes adaptar el hogar. 
  • Además en montessorivivo.com puedes encontrar recursos y comprar juguetes orientados a trabajar los principios de este método.
Vale, pues ya lo tengo claro, quiero una cama de estilo Montessori, voy a buscar por internet a ver que encuentro y a qué precio:
alananita.com
Esta preciosa cama: 299,39 Euros.
alananita.com
Esta más básica: 211,85 Euros.
Vista en Amazon
Sin somier ni colchón: 227 Euros.
tutete.com
Solo la estructura: 118 Euros.
¿Soy la única a la que le parecen caras estas camas? Estamos hablando de camas sin el colchón y sin somier. Vengo de una familia de carpinteros y créeme que no valen eso. Otra cosa es que quieras pagar el diseño, todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida, pero me parece que ampararse en que son camas del método Montessori para cobrarlas más caras me parece algo cuestionable. Porque ese es otro tema, parece que cuando miras juguetes o cualquier cosa relacionada con este método tiende a ser carísimo cuando en realidad son cosas que podrías hacer tú en casa con materiales naturales.

Como tampoco quería poner un colchón en el suelo decidí buscar en Ikea que siempre es una opción económica y para el caso nos vendría de perlas, tampoco va a ser una cama para toda la vida. En Ikea no hay camas de este tipo por sí encontré una con las medidas exactas que estaba buscando:

cama sniglar Ikea
Precio de la cama y el somier: 39 Euros.

Esta cama mide 70 x 1,60 cm, la medidas perfectas para lo que un niño del tamaño de Luca no se pierda por dentro ni se salga a la primera vuelta. Lo malo, sigue sin poder subir y bajar de ella, ¿qué podemos hacer? pues cortar las patas, fácil y sencillo.



Con ayuda de una sierra cortamos las patas dejando una distancia entre el somier y el suelo de unos 2 o 3 centímetros. Este espacio es suficiente para mantener aireado el colchón por debajo de la cama.


El somier viene incluído en el precio de la cama pero el colchón hay que comprarlo a parte. Nosotros compramos uno de las medidas de la cama en Ikea por 39,99 Euros. La sábana bajera a medida también la puedes encontrar allí mismo al igual que el edredón.
Una pega con el edredón es que está a medida de la cama pero al cortarle las patas arrastra por el suelo. Dadas mis dotes de costurera y temiéndome el desastre si lo cortaba yo, preferí llevarlo a arreglar y le cortaron un trozo, ahora queda perfecto.
Para el resto de ropa de cama se pueden usar las sábanas de la cuna, aunque quedan un pelín cortas hacen un buen apaño.

Nosotros optamos por conservar la barrera anti caída por si las moscas. La forré con la chichonera de la cuna y queda una camita de lo más cómoda y confortable. 



Y lo más importante, a Luca le encanta. El día del estreno fue como una fiesta para él, no paraba de reír y gatear por la cama intentando subir y bajar haciendo la croqueta.

Desde luego para nosotros fue todo un acierto, por eso he decidido compartirlo contigo, por si estás en una etapa dudosa de cambiar la cuna o cambiar la cama y no te quieres gastar un dineral.

Espero que te haya resultado útil, práctico y te deseo para esta semana muuuuuchas horas de sueño y seguidas!!!

Porque ya sabes, placeres de la vida hay muchos, pero como dormir pocos, y no un dormir cualquiera, DORMIRRRRRRR así, alargando la R.

Besos,

Vanesa.
octubre 22, 2018 3 comentarios
Dormir, qué bien suena, dormir... cierra los ojos y repite conmigo DORMIRRRR... así, alargando la "R". Entro en trance solo de pensarlo.

Cuando tienes un bebé puedes echar de menos muchas cosas como salir más con tus amigos (por la noche), viajar, tener más tiempo para ti, ir al cine, tomarte una copa o mantener una conversación en la que no aparezca la palabra caca, pañal o dame la gasita que ha vomitado otra vez. Todo esto parece muy apetitoso pero en realidad son boberías, cuando tienes un hijo lo que en realidad echas de menos es: DORMIR. Y ya no dormir a pierna suelta toda la noche, te conformas con poder dormir durante 3 horas seguidas sin interrupciones o despertares inesperados.

Recuerdo las primeras noches con Luca en casa, ese miedo a que deje de respirar si no lo miras es tan real como la vida misma. Así que ahí me encontraba yo, cansada y al límite de mis fuerzas pero con los ojos como platos a las 3 de la mañana observando a mi bebé dormir. Y eso que yo fui de las afortunadas, mi hijo respetaba las noches como un santo, con sus más y sus menos pero las pasaba tranquilo. Otra historia es como lo lleva el padre, en una ocasión Samuel saltó de la cama literalmente por que pensaba que iba a chafar a nuestro hijo, cada uno lleva el instinto protector a su una manera. Desde el principio eso de dormir los 3 en el mismo colchón no lo llevamos bien. Nunca entró en mis planes hacer colecho pero tampoco lo descartaba si con eso conseguíamos dormir.

colecho suave california
Foto @raulbarrero
Antes de seguir y por si alguien no conoce es término "colecho" vamos a hablar un poco de qué significa. ¿Qué es hacer colecho?, pues según la Real Academia Española de la lengua... vaya, no existe colecho en la RAE, empezamos bien. Tiraremos de wikipedia, "El colecho o cama familiar es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores. Es una práctica normal en muchas partes del mundo. El colecho puede ser practicado en la misma cama, en camas continuas o, cama y cuna unidas." Vamos, dormir juntos de toda la vida. En esto hay debate. Hay quien está a favor y quien está en contra. De hecho, y como en todo en esta vida, existen aspectos positivos  e inconvenientes de esta práctica.

Aspectos positivos:
  • Favorece la instauración y mantenimiento de la lactancia materna y facilita las tomas nocturnas.
  • Aumenta los episodios de sueño REM, lo que disminuye o corrige los episodios de apnea del sueño, peligrosos para el bebé.
  • Reduce el riesgo de que el bebé sufra hipoglucemia.
  • Disminuye la frecuencia y duración del llanto del bebé.
  • El bebé se duerme más fácilmente, incluso en los despertares nocturnos.
  • Sincroniza los ciclos de sueño de la madre y el bebé.
  • Potencia el vínculo afectivo entre padres e hijos.
  • Disminuye el riesgo de muerte súbita (SMSL). James McKenna, antropólogo de la Universidad de Pomona, ha estudiado el SMSL en diversas culturas concluyendo que el riesgo es hasta diez veces mayor en las culturas en las que los niños no comparten lecho con los padres. Si el colecho reduce los episodios de apnea del sueño, el riesgo de SMSL disminuye. Aunque este tema está aún bajo investigación, se recomienda que las madres y padres fumadores  no duerman con bebés de menos de tres meses por aumentar el riesgo de muerte súbita.
  • Las teorías partidarias afirman que el colecho favorece el bienestar del bebé, su desarrollo neuronal y la capacidad de respuestas adecuadas ante situaciones de estrés, así como el desarrollo de la autoestima del infante, y posterior autonomía personal.

Inconvenientes:
  • Riesgos de asfixia, especialmente en bebés que no son amamantados.
  • En el caso de bebés prematuros y/o de un peso inferior a 2.500 gramos se incrementan los riesgos del colecho.
  • Algunos padres duermen peor cuando duermen con un bebé, sobre todo por los mecanismos de alarma.
  • Asociación estrecha de sueño y presencia de los padres, lo que puede dificultar conciliar el sueño del niño en siestas y a la hora de irse a dormir sin los padres.
  • La vida de pareja se podría resentir.
  • Algunas hipótesis contrarias al colecho afirman que los niños que practican colecho más allá del año se muestran más dependientes de sus padres y tienen una personalidad menos madura.También pueden presentar problemas de socialización, añaden. No se han realizado a día de hoy estudios que lo verifiquen.
  • A contrario de los efectos positivos mencionados en relación a la muerte súbita, otras autoridades médicas afirman que el colecho podría aumentar el riesgo de muerte súbita, por lo que aconsejan compartir con el infante la habitación, pero no la misma cama.

Ahí queda eso. Supongo que depende del bando en el que estés lo verás favorable o peligroso. Yo no me considero abanderada de ningún grupo, bueno sí del de el sentido común. De hecho a veces hacemos colecho y a veces no, y por nada en especial, cuestión de necesidad más bien.

Durante el embarazo leí varios libros por aquello de "prepararme para ser madre" (qué ilusa) aunque sí que recopilé información que me sirvió de ayuda después. En el libro "Lo mejor de nuestras vidas" de @luciamipediatra nombraba que el colecho podía ser peligroso por poner al bebé en riesgo de asfixia. Dile tú a una recién mamá eso y verás el caso que le hace a los aspectos positivos del colecho. Por lo menos eso es lo que me pasó a mí. Aun así en mi necesidad de saber qué era lo mejor hice una pequeña investigación de lo que hacían mis allegados. La conclusión, que todo el mundo hacía lo que "podía" o le dejaba el bebé con tal de dormir. Algunos dormían en la cama con el bebé, otros dejaban al bebé en la cuna, alguna mamá dormía con el bebé en una habitación y el papá en otra. Todas las combinaciones posibles. Yo como siempre anticipándome a lo peor, en este caso opté por esperar a que llegara Luca y luego "ya veremos".

Cuando llega el "ya veremos" te das cuenta de que todo lo que habías imaginado se va al garete. Vas un poco sobre la marcha mientras puedes y dejando las decisiones para cuando te sientas fuerte. Nosotros compramos una minicuna que se podía acoplar a la cama para no tener que moverme mucho y así hacer una especie de colecho pero respetando el espacio de cada uno. Tengo que decir que lo de pasar a Luca a su cuna mientras le daba el pecho por la noche para mí fue inviable. Entre toma y toma me dormía yo o se dormía él y al pasarlo lo despertaba y vuelta a empezar. Fueron unos meses duros en los que temía el momento de ir a dormir porque me las pasaba en vela. Contaba los minutos para que se hiciera de día y así poder saltar de la cama. Afortunadamente todo cambió cuando decidimos darle biberón por la noche. (Las razones de esta decisión te las cuento en el post "Lactancia mixta, no eres una madre de segunda"). 
Samuel y yo comenzamos a compartir las tomas y cambios de pañal que pronto se convertirían en un solo despertar. Luca solo se despertaba para comer una vez en mitad de la noche (normalmente) así que lo acostábamos en su minicuna pegada a la cama, cerquita de nosotros pero sin miedo a asfixiarlo o darle algún golpe sin querer. Esta fue nuestra exitosa fórmula para dormir hasta que cumplió los 5 meses, de repente  ya no cabía en la minicuna, ¿pero en qué momento ha crecido tanto este niño?.

colecho suave california

Llegó la hora de dar el salto a la cuna y a su habitación, ya que en la nuestra no cabía. Era eso o pasarlo a nuestra cama. 
Yo me debatía en un sin fin de dudas y emociones, por una parte con cinco meses era muy bebé para dormir solo en su cuarto, pero por otro lado en realidad ya estaba durmiendo solo en su minicuna. 

Desde fuera parece fácil tomar una decisión, pero para nosotros que nuestro bebé durmiera a una puerta de distancia se convertía en una situación llena de peligros insospechados. Se te pasan por la cabeza historias como: y si entran en casa y se lo llevan y no me entero, y si hay un bicho en su cuna y le pica y no lo veo, y si se da la vuelta y se agobia y no me despierto, y si tiene frío, y si tiene calor... uffff la mente a mil por hora. Vamos, puro y duro instinto de protección heredado y programado genéticamente de cuando vivíamos en las cuevas y un lobo se lo podía llevar a media noche. 

Analizando un poco esta situación, ni vivimos en una cueva, ni hay lobos, y de una mosca que le toque la cara a cuatro metros de distancia me despierto así que por qué no intentarlo. 

Sí, durmió en su habitación, vigilado por una cámara con el volumen bien alto, que por cierto es de todos los regalos el que mejor hemos amortizado sin duda alguna. La primera noche te das cuenta de que todos esos miedos son eso, miedos que no son reales, tu bebé ni ha notado que está en otra habitación y tú no lo quieres menos por dormir con tu marido en tu cama los dos solos. He oído a otras madres decir que eso es "abandonar a tu hijo como a un perro", qué frase tan horrible en todos los sentidos. Ni creo que mi hijo se sienta abandonado ni creo que dormir en mi cama le vaya a influir en su futuro como "la salvación a todos los males". Mi hijo si se despierta por la noche se sabe dormir solo y no me necesita porque se siente seguro y a salvo. Y cuando me necesita me llama, antes llorando y ahora con un "mamá" tranquilo, sentadito en su cama por que sabe que yo estoy a 9 pasos de distancia exactos para consolarlo, darle agua o llevármelo a dormir conmigo si es lo que necesita en ese momento.

Con el relato de mi experiencia no quiero decir que esté en contra del colecho ni muchísimo menos, lo que estoy en contra es de las modas impuestas a sí o sí , de la obligación a estar a favor o en contra siempre de algo, o de tener que justificarte hasta de por qué duermes como duermes. Si algo he aprendido desde que soy madre es a aceptar las cosas tal y como vienen, te puedes hacer un planing exquisito de como va a ser tu vida: no le daré tablet ni móvil hasta los 18, no habrá tv para comer, la ropa de tejido orgánico, siempre un cuento antes de dormir, el mc donals ni lo pisa, la nocilla ni olerla (pero yo me la comeré a escondidas), no lo meteré nunca en mi cama o dormirá conmigo hasta que quiera... Tú, si eres madre o padre y me estás leyendo, vamos a reírnos todos juntos por que ya sabes lo que pasa, ¿verdad?, que donde dije digo ahora digo Diego. No sé la de veces que he repetido esta frase con mis amigos "me trago mis palabras". 
Ser padre es vivir a veces en el mundo al revés, llegas a perder el norte en el intento de hacer siempre lo correcto para que el día de mañana no tenga repercusiones negativas en el comportamiento de tu hijo, en su salud, en su felicidad, en su autoestima. Como si lo pudiéramos salvar de todo lo malo con nuestros gestos, nuestras palabras, nuestras caricias infinitas. 

Creo firmemente y en lo que lucho cada día es en enseñar a mi hijo a aceptar que habrá problemas pero que siempre habrá alguna solución, yo te enseñaré a saber encontrarla, en que habrá dolor y miedos, yo te ayudaré a que seas fuerte para poder reponerte, a que el mundo no es lo que nos gustaría que fuese, yo te enseñaré a que hay que trabajar duro para conseguir cambiar las cosas.

Después de esto seguir hablando de colecho sí, o colecho no, parece hasta ridículo ¿verdad?, eso pretendía. No creo que sea tan importante seguir una orientación u otra, lo que creo es que hay que seguir tu instinto y sobretodo cubrir tu necesidad de dormir. Si dormís bien todos juntos, ideal!! que dormís bien cada uno en vuestra cama, estupendo!! ninguna situación es un problema en sí hasta que molesta a alguien, sólo en ese momento es cuando habrá que tomar medidas para cambiar lo que haya que cambiar. Y si nosotros solos no podemos hay profesionales que nos pueden ayudar para cambiar esto. Para un psicólogo infantil este tema es el pan de cada día, no hay por qué tener reparos en acudir a una consulta para mejorar la calidad de vida de toda la familia, y por qué no decirlo: dormir a pierna suelta.

Así que, tanto si te hayas en el lado de los que duermen (enhorabuena, niño que come y duerme igual a regalazo del universo), como en el que no (esto es temporal, al final todos duermen y siempre nos queda acudir a quien nos ayude en esto), te felicito por hacerlo donde te dé la real gana y con quien tú quieras, solo, en pareja, tríos, cuartetos y hasta donde dé de sí el colchón, y a vivir que son dos días!! y sobre todo a dormir, DORMIRRRRRRR, ya sabes, alargando la R.

Besos,
Vanesa.
octubre 08, 2018 1 comentarios
¿Fan de la carrot cake o de los postres ricos? ¿no entiendes un pimiento de cocina pero te encanta comer? Ésta es tu receta!!

Además es un postre que no contiene ni leche, ni huevo, ni frutos secos. Los alérgicos a estos alimentos la pueden tomar con total tranquilidad.



Primera aclaración, esta receta no es mía, me la ha enseñado mi hermana "la veggie sister". Mi hermana se llama Lola y es vegana, es decir, no come nada que tenga un origen animal, entre otras cosas. Así que conoce un montón de recetas curiosas "animal free" que estoy deseando compartir contigo. No sé si lo he comentado ya pero yo tampoco como carne, así que todas las recetas que voy a compartir serán vegetarianas, salvo que sea algo específico que cocino para mi marido o mi hijo que sí la contenga. 
Mi intención es compartir recetas no sólo de postres si no de comidas ricas y saludables que nos gusta comer en casa, y sobre todo para los peques, como madre entiendo eso de "se me acaban las ideas" así que siempre es bueno compartir.

Sin más dilación vamos con la receta.

Ingredientes:


  • 5 zanahorias (que sean grandes).
  • Un paquete de galletas de canela, aunque no lo vamos a utilizar todo (yo he usado las de la marca de Mercadona por que no contienen ni leche ni huevo).
  • Un vaso de bebida vegetal, en mi caso he utilizado de avena porque es la que más me gusta.
  • 1 cucharada de canela en polvo.
  • 2 cucharadas de coco rallado.
  • Panela (opcional), yo no le añado pero si te gusta más dulce le puedes añadir, advierto que la zanahoria y el toque de canela ya aportan suficiente dulzor.

Elaboración:

Te recomiendo dos cosas, en primer lugar, pon tu música favorita de fondo o alguna peli que te guste mucho mucho (en el post anterior "Sobrevivir a Octubre" hay algunas pelis sobre esta época del año que pueden servir). Y segundo,  utiliza este momento como algo relajante ya que no es nada complicado de hacer y hasta se disfruta creando algo tan delicioso con tus propias manos. 

Manos a la obra!!

Paso 1.

Lavamos, pelamos y troceamos las zanahorias para ponerlas a hervir. Las cocemos durante 30 minutos y reservamos.

Paso 2.

Cogemos un recipiente cuadrado para montar en él la tarta. Cuanto más pequeño sea más altura tendrá nuestro pastel. 
Con cuidado mojamos una galleta en la bebida vegetal y la ponemos en nuestro recipiente, así hasta cubrir todo el fondo de galletas. Ojo con mojarlas demasiado o se nos romperán.


Paso 3.

Recuperamos las zanahorias hervidas y las trituramos como más nos guste. Podemos hacerlo con un tenedor, en una trituradora, un rallador, o cualquier artilugio que nos ayude. Si es para niños quizás sea mejor más triturada, pero vamos que esto va al gusto de cada uno.
Le añadimos la canela y el coco y mezclamos bien.


Paso 4. 

Cubrimos las galletas con la pasta de zanahorias, canela y coco. Volvemos a poner otra capa de galletas mojadas en la bebida encima de la capa de zanahorias. 



Y así capa tras capa hasta que no nos quede pasta de zanahorias.



Paso 5.

Sólo nos queda decorar. Yo recomiendo terminar con una capa de galleta bien empapada en bebida vegetal para que podamos decorar mejor. Lo podemos cubrir todo con coco rallado o canela, como más nos guste. 




La metemos durante unos 20 minutos en la nevera y et voilá!!

Tenemos nuestra deliciosa Carrot cake vegana sin leche y sin huevo.

ÚLTIMO PASO

Ha llegado el último y más importante de los pasos. Comerte un buen trozo de este delicioso pastel de zanahoria. No olvides comértelo muy "Slow", párate y saborea cada bocado aquí y ahora, siéntate, prepara tu café o té favorito, disfruta al ver lo bonito que te ha quedado, lo bien que huele y como no, lo buenísimo que está.

Espero que no tardes en hacer este rico pastel, si lo haces cuéntame que tal ha salido!!!

Besos... Espera!!! Hay sorpresa final, por si no me he explicado bien he hecho un pequeño vídeo demostrativo de cómo hacer la tarta. Es mi primer vídeo... sed buenas y no reíros mucho (o sí) que está hecho con todo el cariño del mundo.




Ahora sí, me despido hasta la semana que viene, y después de ver el Club de los poetas muertos solo puedo decir: CARPE DIEM!!!!

Besos,

Vanesa.



octubre 01, 2018 4 comentarios
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¡Hola! Soy Vanesa, una mamá novata de trentaitantos a la que le gusta disfrutar de las pequeñas cosas siguiendo un ritmo slow e intentando llevar mi maternidad con calma. Me chiflan las cosas bonicas, la fotografía, la comida, los planes en familia y andar en furgo recorriendo el mapamundi.


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Adaptado con por Aubrey and me